El arte del silencio...

Siempre pensé que eran personas que pedían auxilio en silencio. Piden ua mirada a gritos, pero sin embargo son gritos mudos que la mayoría no consigue oir. Cuántas veces llegó el invierno, y las lluvias, y sus maquillajes resbalaron por la cara convirtiéndose en lágrimas de color, por un día perdido... un día en el que nadie ve más allá de su paraguas, y corriendo esquivan cualquier cosa que parezca un obstáculo. Sí, incluso al mimo.
Creo que el día que encuentre un mimo risueño, cuyos ojos transmitan vida, alegría, optimismo... me quedaré inmovil y sin palabras, incluso cuando las gotas de abril mojen mi pelo.
Pero lo que es la vida... el único tal Mimo que llegué a conocer en persona, de chaqueta roja, camisa blanca y pajarita negra, no conocía el silencio, porque sus labios dejaban escapar un millón de sílabas por minuto, sin embargo sus ojos también eran melancólicos. Me comentó que echaba de menos algo, un lugar en el que vivió sus primeros años, y del que se vió forzado a salir.
Una sonrisa infinita para Mimo, que con su simpatía nos cautivó a todos.
2 comentarios
Tharsis -
Hugo -
Viste alguna vez al mimo "que se lo lleva el viento" en la calle Preciados de Madrid? Pese a sonreir mimeticamente tambien aparecen sus ojos melancolicos bajo las enormes gafas. Un beso